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How to Improve Indoor Air Quality for Seniors: A Guide for Family Caregivers

Cómo mejorar la calidad del aire interior para personas mayores: una guía para cuidadores familiares

Mejorar y mantener un aire interior de alta calidad es vital para el cuidado domiciliario de personas mayores. Es un hecho bien conocido que a medida que el cuerpo humano envejece, el sistema inmunológico se deteriora lentamente, por lo que la población anciana es más sensible a trastornos respiratorios, alergias y otras enfermedades derivadas del aire contaminado.

¿Cómo puedes crear un entorno más saludable para tus seres queridos mayores?

Los pasos clave incluyen comprender y abordar los contaminantes comunes en interiores, mantener la limpieza y mejorar la ventilación.De esta manera, la práctica descrita anteriormente permite a los cuidadores familiares mejorar la calidad de vida de las personas mayores y brindarles condiciones seguras y confortables para su estancia en casa.

En esta guía encontrará estrategias prácticas para clasificar y aplicar lo que se sabe sobre cómo lograr la mejor calidad del aire interior para el cuidado domiciliario de personas mayores.

1. Comprender la importancia de la calidad del aire interior para las personas mayores

La calidad del aire en el hogar tiene un profundo impacto en la salud y el bienestar de las personas mayores. A medida que envejecen, sus sistemas respiratorios se vuelven más sensibles a los contaminantes, lo que puede agravar las afecciones. como el asma, la bronquitis crónica e incluso las enfermedades cardiovasculares.

Los problemas relacionados con el ambiente interior pueden provocar visitas hospitalarias adicionales y un deterioro de la salud. No se debe subestimar el peligro que el polvo, el moho e incluso algunos productos químicos en las casas pueden representar para las personas mayores.

Además, a medida que las personas envejecen, pasan la mayor parte del tiempo en interiores, especialmente aquellas con movilidad reducida. También son más vulnerables a la contaminación del aire interior que las personas más jóvenes, ya que pasan gran parte del tiempo en interiores debido a sus trabajos.

Los estudios han demostrado que la calidad del aire interior puede mejorar la salud respiratoria, la función cognitiva y la calidad de vida de las personas mayores.Cuando se priorizan los aspectos mencionados, los cuidadores tienen mayor probabilidad de brindar un entorno más saludable que coincida con el bienestar de sus familiares mayores.

2. Cuándo y por qué la calidad del aire es una preocupación para las personas mayores

El smog también representa un riesgo para las personas mayores, ya que son muy susceptibles a los efectos del aire contaminado. Asimismo, se descubrió que en primavera y otoño aumenta la cantidad de polen, lo que afecta las alergias y los problemas respiratorios en las personas mayores. El invierno expone aún más a la calefacción interior, que hace circular el polvo y otros irritantes, mientras que el verano aumenta la humedad, lo que favorece la formación de moho. Con cada cambio de estación, siempre existe un nuevo reto para garantizar una buena calidad del aire en interiores.

Otro motivo de gran preocupación es la falta de sistemas de ventilación adecuados en muchos edificios. Los residentes de viviendas sin ventilación adecuada se enfrentan a problemas como la acumulación de dióxido de carbono, olores rancios persistentes y altos niveles de contaminantes en interiores. Estos riesgos se pueden evitar abriendo las ventanas con frecuencia, utilizando extractores de aire y manteniendo los sistemas de climatización (HVAC) en buen estado. Además, en los días de alta contaminación, incluso cuando se informa en los pronósticos meteorológicos, es recomendable cerrar las ventanas y usar aire acondicionado y purificadores de aire para minimizar los efectos de la entrada de contaminantes a través de las ventanas en las personas mayores. Conocer estos factores desencadenantes específicos ayuda a los cuidadores a reducir o erradicar algunos aspectos que contribuyen a la mala calidad del aire en los entornos de las personas mayores.

3. Identificación de contaminantes comunes del aire interior

El conocimiento y el reconocimiento de los contaminantes comunes en el aire interior son fundamentales para abordar sistemáticamente el problema.Estos contaminantes pueden afectar significativamente las condiciones de las personas mayores.

– Polvo y ácaros del polvo: Los ácaros del polvo se encuentran en áreas como la ropa de cama, la tapicería y las alfombras. Se alimentan de células cutáneas desprendidas y son más comunes en condiciones cálidas y húmedas. El polvo también puede provocar alergias y asma.

– Moho y hongos: Estos hongos se encuentran en zonas con alta humedad y mala circulación de aire, como baños y sótanos; las esporas en sus cuerpos fructíferos plantean riesgos para la salud, como infecciones del sistema respiratorio y reacciones alérgicas.

– Compuestos orgánicos volátiles (COV): Los COV, que provienen de artículos del hogar como pinturas, limpiadores y muebles recientemente comprados, pueden provocar dolores de cabeza, mareos u otras complicaciones con una exposición prolongada.

– Caspa de mascotas: La caspa de las mascotas está compuesta de pequeñas partículas de piel producidas por gatos, perros y otros animales, y puede causar asma y otros problemas respiratorios.

– Humo de tabaco: Otro importante contaminante del aire, el humo del tabaco, es una fuente conocida de miles de sustancias químicas que pueden, por ejemplo, tener efectos perjudiciales en la respiración de las personas mayores si padecen enfermedades crónicas.

Por lo tanto, el conocimiento de estos contaminantes ayuda a los cuidadores a implementar medidas para capturar sus fuentes y minimizar los riesgos para la salud en sus salas de ancianos vulnerables.

4. El impacto de la humedad en la calidad del aire

También es importante mantener los niveles de humedad, ya que esto mejora significativamente la calidad del aire dentro de la casa, especialmente para las personas mayores. El exceso de humedad provoca flujos de aire que podrían favorecer el desarrollo de moho y ácaros del polvo, que causan reacciones alérgicas y complicaciones respiratorias. Las esporas de moho representan riesgos considerables para la salud, como infecciones sinusales y el agravamiento de los síntomas asmáticos. Si la humedad es alta, asegúrese de tener deshumidificadores y ventilación adecuada para evitar zonas donde se concentre la humedad, como el baño o la cocina.

Del mismo modo, la falta de humedad también puede afectar negativamente a las personas. La baja humedad se traduce en mucosas secas, lo que aumenta la vulnerabilidad a enfermedades respiratorias y causa áspera sensación en la piel y picor en los ojos. El uso de humidificadores facilitará la regulación del nivel de humedad, que no debe ser alto, especialmente en invierno, pero tampoco extremadamente bajo, ya que podría afectar negativamente la salud de la persona mayor. Los cuidadores deben prestar especial atención al uso de un higrómetro para controlar el nivel de humedad con frecuencia e intervenir cuando sea necesario.

5. Alergias estacionales vs. contaminantes interiores

Es fundamental diferenciar entre ambas —las alergias relacionadas con el cambio de estación y los contaminantes interiores— para controlar los problemas de salud respiratoria que las personas mayores probablemente desarrollen. El polen de los árboles, el césped y la maleza puede causar alergias estacionales y entrar fácilmente en una casa a través de ventanas, puertas o incluso a través de la ropa. Estos alérgenos suelen provocar estornudos, picazón en los ojos y congestión nasal. Algunas medidas que pueden ayudar a prevenir estos efectos incluyen cerrar las ventanas durante las temporadas de alto polen y utilizar purificadores de aire con filtros HEPA.

Por otro lado, los contaminantes internos provienen de diferentes fuentes dentro de la casa. Además de las fuentes mencionadas, el polvo, la caspa de mascotas y los compuestos orgánicos volátiles de los productos de limpieza domésticos y las pinturas podrían afectar la calidad del aire interior.Si bien se sabe que algunas alergias solo ocurren en épocas específicas del año, los contaminantes interiores pueden afectar a las personas durante la mayor parte del año. Las mejores maneras de evitar estos irritantes interiores incluyen limpiarlos regularmente, usar productos de limpieza con bajo contenido de COV, tener una ventilación adecuada y mantener las residencias de las personas mayores seguras y limpias.

Hacer una distinción clara entre estos dos tipos de desencadenantes ayudará a los cuidadores a idear mejores formas de proteger la salud de sus seres queridos mayores.

6. Limpieza y mantenimiento periódicos

La limpieza es crucial para minimizar los contaminantes del aire interior, especialmente en hogares que albergan a personas mayores. Prestar especial atención a la limpieza es otra forma de reducir los alérgenos e irritantes en una casa. Algunos ejemplos son la aspiración, donde se utiliza una aspiradora con filtro HEPA para limpiar el aire, ya que otras aspiradoras no atrapan partículas diminutas, y la limpieza del polvo, que se realiza con un paño húmedo para asegurar que el polvo no flote en el aire que se inhala.

Otro factor importante es cómo evitar la formación de moho. Los métodos generales de control incluyen proporcionar ventilación cruzada adecuada en zonas húmedas, reparar los sitios húmedos y usar deshumidificadores. Esto incluye el uso adecuado de soluciones antimoho al limpiar la zona afectada para evitar que las esporas de moho se propaguen.

Los residentes con mascotas en sus hogares deben asegurarse de bañarlas y asearlas con frecuencia para reducir la cantidad de caspa que causa alergias. Nunca permita que las mascotas entren en el dormitorio ni se suban a los muebles ni a la ropa de cama; también es fundamental minimizar el contacto con estos irritantes. Mediante estas prácticas de limpieza y mantenimiento, los cuidadores pueden lograr un entorno adecuado para las personas mayores.

7. Mejorar la ventilación

Esto controla la contaminación interior a la vez que proporciona a las personas mayores el aire fresco necesario para sus sistemas respiratorios. Una medida relativamente simple, pero muy eficaz, es abrir las ventanas con más frecuencia, por ejemplo, cuando hace buen tiempo. Esto permite que circule el aire fresco y expulsa el aire viciado, diluyendo así los niveles de contaminación interior.

Además de la ventilación natural, los extractores mecánicos en zonas húmedas, como cocinas y baños, son cruciales. Estos extractores también facilitan la eliminación de la humedad, que, si se deja sola, puede causar la formación de moho y ayudan a eliminar los olores de la cocina. Los intercambiadores de aire proporcionan un medio controlado para mantener la calidad del aire interior, ya que recirculan continuamente el aire fresco del exterior dentro de la vivienda.

La ventilación es necesaria para prevenir la acumulación de contaminantes en el aire y proporcionar un mejor ambiente a las personas mayores. La inspección y limpieza periódicas de los sistemas de ventilación son fundamentales para mejorar la calidad del aire interior.

8. Uso de purificadores de aire

Como se mencionó anteriormente, los purificadores de aire ayudan a mejorar la calidad del aire en hogares u oficinas al filtrar diversas impurezas. Al elegir un purificador de aire, considere uno con filtro HEPA, ya que es más efectivo, ya que elimina hasta el 99 %. Este sistema óptico puede enfocar partículas de hasta el 0,97 % de la longitud de onda (3 micras), como polvo, polen, caspa de mascotas, etc. Para otras características adicionales, considere los purificadores con filtros de carbón activado, ya que ayudan a eliminar los malos olores y los COV del aire.

Como cualquier otro equipo, los purificadores de aire requieren un mantenimiento adecuado para funcionar eficientemente. Estos procedimientos deben realizarse constantemente, como el cambio de filtros según las recomendaciones del fabricante, para garantizar el óptimo funcionamiento del dispositivo.También es útil adquirir un limpiador con indicador de cambio de filtro para facilitar el seguimiento de los periodos de mantenimiento. Mediante la adopción de sistemas de purificación de aire en los hogares, los cuidadores pueden reducir los niveles de partículas en suspensión, mejorando así la calidad de vida de las personas mayores.

9. Elección de productos con bajo contenido de COV

Seleccionar productos domésticos con bajo contenido de COV o sin COV es un paso proactivo para reducir los contaminantes químicos y mejorar la calidad del aire interior, especialmente para las personas mayores. COV (compuestos orgánicos volátiles) Se emiten como gases de ciertos sólidos o líquidos y pueden tener efectos adversos para la salud. Al redecorar, opte por pinturas y acabados a base de agua con bajo contenido de COV, que reducen significativamente la liberación de humos nocivos en comparación con las opciones tradicionales.

Para la limpieza, es recomendable usar productos naturales o ecológicos con menos efectos químicos para la salud. Estos productos utilizan extractos naturales de plantas y no contienen aditivos como olores ni colorantes sintéticos, lo que los hace más seguros para usar en interiores. Además, al comprar muebles nuevos, elija materiales como madera maciza o metal que eviten las pinturas tóxicas y otros materiales utilizados en productos compuestos de madera y plástico.

De esta manera, los cuidadores pueden decidir intencionalmente algunos aspectos de la vida de su familiar mayor que promoverían una situación de vida más saludable.

10. Mantenimiento regular del sistema HVAC

Esto es crucial, ya que la limpieza de su hogar a través del aire que circula en su sistema de climatización (HVAC) es fundamental, especialmente para las personas mayores. Reemplazar los filtros de los sistemas de climatización (HVAC) cada 1 a 3 meses es esencial, ya que acumulan suciedad, polvo, polen y otras partículas que contaminan el aire. Un filtro obstruido reduce la eficiencia y hace circular los contaminantes del aire en la casa.

También es necesario que técnicos profesionales revisen el sistema de climatización al menos una vez al año. Los técnicos pueden examinar y pulir los componentes del sistema, garantizar su correcto funcionamiento y atenuar y eliminar los contaminantes. Además, puede ser útil limpiar los conductos si se acumula polvo o se forma moho. Estos son fundamentales para evitar la propagación de alérgenos y mejorar la calidad del aire en la habitación.

A través de estas prácticas de mantenimiento, los tutores deberían poder evitar los impactos negativos de los sistemas HVAC y al mismo tiempo garantizar que las personas mayores tengan condiciones de vida más saludables y cómodas.

11. Educar a los familiares y cuidadores

Es fundamental educar a todos los cuidadores de personas mayores sobre la importancia de la calidad del aire interior (CAI) para lograr un ambiente saludable. Se debe educar a los familiares y cuidadores sobre la disponibilidad y el impacto de los contaminantes interiores, así como sobre las maneras de eliminarlos. También es fundamental revisar periódicamente el entorno del hogar para detectar cualquier problema que deba abordarse en el futuro.

Organizar sesiones o talleres sobre calidad del aire interior (CAI) puede garantizar que los asistentes adquieran conocimientos prácticos sobre la CAI y recordarles la importancia de un aire limpio. Además, la limpieza, la ventilación adecuada y la revisión de la calidad del aire promueven el bienestar general de los familiares mayores. Si los cuidadores se mantienen alerta y al tanto de los cambios, pueden garantizar que las personas mayores vivan en un entorno seguro y cómodo.

12. Monitoreo de la calidad del aire interior

Si no se evalúa la calidad del aire interior con frecuencia, los seres humanos no detectarán los riesgos para la salud con la suficiente antelación ni los corregirán a tiempo.Algunos datos específicos que pueden ofrecer los monitores de calidad del aire incluyen compuestos orgánicos volátiles, material particulado y datos de humedad. Estos dispositivos son especialmente útiles para identificar variaciones que podrían indicar la aparición de nuevos problemas y para tomar medidas rápidas.

Las pruebas profesionales periódicas permiten comprender mejor la calidad del aire interior de una vivienda. Para garantizar inspecciones exhaustivas, los profesionales pueden utilizar aparatos sofisticados, como los que se utilizan para detectar moho, radón u otros contaminantes ocultos. Este enfoque nos ayudará a garantizar que abordamos todas las posibles causas de la contaminación interior, creando así condiciones de vida mejores y más seguras para las personas mayores.

Con el autocontrol además de las evaluaciones profesionales, los cuidadores pueden garantizar que la calidad del aire interior se mantenga bajo control en todo momento y el bienestar de sus familiares mayores.

13. Establecer un espacio de vida seguro

Además de mantener una buena calidad del aire, la consideración más crucial al crear un entorno seguro para las personas mayores en sus hogares, se deben considerar otros aspectos para prevenir caídas y accidentes relacionados. Mantener las duchas, bañeras, tinas y cocinas libres de resbalones requiere tapetes antideslizantes, que facilitan evitar caídas. Estos tapetes ofrecen tracción superficial y ayudan a las personas mayores a mantener un equilibrio firme.

Otro aspecto esencial a considerar es el problema de la iluminación del teatro. Asegúrese de que todas las plantas de las viviendas, incluyendo pasillos y escaleras, estén adecuadamente iluminadas para evitar peligros como caídas. La aplicación más útil de las luces con sensor de movimiento es la iluminación de caminos a cualquier hora del día, especialmente de noche.

Una forma de moverse con rapidez y prevenir accidentes es evitar acumular objetos innecesarios en los pasillos. Elimine algunos objetos, como sillas, mesas o cables, que puedan obstaculizar el paso en ciertas zonas. Organizar y ordenar puede, sin querer, convertir el hogar en un lugar seguro para las personas mayores, previniendo así posibles accidentes y proporcionándoles mayor independencia.

14. Consultar a proveedores de atención médica

En cuanto al sistema respiratorio, las personas mayores necesitan revisiones médicas con sus médicos. Al visitar estos hogares, se debe preguntar sobre cualquier inquietud relacionada con la calidad del aire interior y sus efectos en la salud. Los profesionales de la salud pueden asesorar a los pacientes, recomendarles sobre el uso de medicamentos y tratar enfermedades crónicas como asma o bronquitis crónica. De ser necesario, también pueden derivarlos a otros profesionales, como un neumólogo.

Los profesionales sanitarios pueden recomendar medidas y vacunas adecuadas para mejorar la salud respiratoria de una persona. Por lo tanto, los cuidadores deben mantener una comunicación activa con los equipos sanitarios para recibir una atención integral que aborde las complicaciones de salud a corto y largo plazo derivadas de la mala calidad del aire interior.

15. Implementación de un enfoque holístico

Mejorar la calidad del aire interior (CAI) para las personas mayores también requiere una estrategia integral. En primer lugar, se recomienda implementar una combinación de medidas, como el cumplimiento de las rutinas de limpieza, una ventilación adecuada y el uso de dispositivos de filtrado de aire. Además, se debe prestar atención a la humedad y a los productos con bajo contenido de COV para reducir los niveles de contaminantes químicos.

Esto debe realizarse de conformidad con el protocolo sanitario estándar actualizado y las tecnologías modernas disponibles. Comunicarse con todos los miembros del hogar para garantizar el cumplimiento de los protocolos mencionados.Puede evaluar sistemáticamente su plan y ajustarlo según sea necesario para ayudar a mejorar la calidad de vida de sus familiares mayores al proporcionar un entorno más saludable y seguro.

16. Mantenerse informado y actualizado

Mantenerse informado sobre los avances en la gestión de la calidad del aire y la atención domiciliaria es vital para garantizar la mejor atención para las personas mayores. Participe en grupos de apoyo para cuidadores para compartir experiencias y aprender de otros. Suscribirse a boletines informativos de organizaciones de salud y expertos en atención domiciliaria puede proporcionarle información actualizada sobre nuevas técnicas y productos.

Además, los talleres comunitarios, seminarios web y otras actividades pueden brindar información valiosa y prácticas de calidad. De esta manera, aprenderá continuamente nuevas y mejores maneras de mantener un ambiente saludable en los espacios donde se encuentran sus familiares mayores, manteniéndolos lo más cómodos posible.

Recomendaciones finales

Mantener la calidad del aire en los hogares de las personas mayores no es un esfuerzo puntual, sino que requiere atención constante. Los cuidadores familiares deben identificar los contaminantes, practicar la limpieza, mejorar la circulación del aire, utilizar productos adecuados e implementar dispositivos adecuados para lograr mejores condiciones de vida. Sin embargo, estas mejoras solo pueden mantenerse con una supervisión continua y una mayor concienciación. En definitiva, el objetivo es crear un entorno seguro que permita a las personas mayores sentirse como en casa. Se pueden tomar las siguientes medidas para mejorar la calidad del aire que respira su ser querido: Hoy es el momento adecuado para actuar y mejorar sus vidas, especialmente en lo que respecta a la salud.